En la última década, la conciencia sobre el cuidado del ambiente ha impulsado a las empresas a investigar cada vez más acerca de su contribución al cambio climático. La herramienta principal para medir este impacto es el indicador de la huella de carbono, que cuantifica las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con una entidad o actividad específica.
Dentro de este marco, el concepto de “Alcance” se utiliza para categorizar y comprender diferentes fuentes de emisiones. Este término fue introducido por la metodología de cálculo más utilizada para cuantificar este indicador: el GHG Protocol. El Alcance 1 refiere a emisiones provenientes de fuentes que son propiedad de o están controladas por la empresa. El Alcance 2 comprende las emisiones asociadas a la generación de electricidad adquirida y consumida por la empresa, y el Alcance 3 es el más amplio, ya que comprende emisiones que son consecuencia de las actividades de la empresa, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por la empresa.
En este artículo, te contaremos qué es el Alcance 3 de la huella de carbono, qué actividades contempla, cuál es su importancia y las oportunidades a futuro para este indicador.
Antes de sumergirnos en el Alcance 3, es crucial comprender los tres alcances del indicador de la Huella de Carbono.
Este alcance se refiere a las emisiones directas de gases de efecto invernadero generadas por fuentes de propiedad o control directo de una entidad. Incluye, por ejemplo, las emisiones de combustibles fósiles utilizados en instalaciones propiedad de la empresa.
Se trata de las emisiones indirectas asociadas con la producción de energía eléctrica comprada por la entidad. Esto incluye la electricidad comprada a proveedores externos. Aunque no son emisiones directas, están vinculadas a las operaciones de la entidad.
Este es el alcance más extenso y complejo. Las emisiones del alcance 3 son consecuencia de las actividades de la empresa, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por la empresa.
El Alcance 3 abarca una variedad de fuentes de emisiones indirectas. Estas emisiones corresponden al impacto de actividades de la empresa, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por la empresa.
La inclusión de emisiones de alcance 3 permite a las empresas expandir el límite de su inventario a lo largo de su cadena de valor e identificar todas las emisiones relevantes de GEI. Esto ofrece un amplio panorama de las relaciones de las empresas y las posibles oportunidades para reducciones significativas de emisiones de GEI que pueden existir corriente arriba o corriente abajo de las operaciones inmediatas de la empresa
Es importante mencionar que el cálculo de huella de carbono suele hacerse por año calendario, y que el alcance de las actividades a cuantificar está limitado al año de estudio considerado para el cálculo de la huella de carbono.
Las categorías enmarcadas dentro del Alcance 3 de la huella de carbono son:
Esta categoría contempla la adquisición de bienes y servicios por parte de la organización en el año de estudio. Los bienes incluyen, tanto bienes de oficina como bienes asociados a la producción en el caso de una empresa de manufactura.
Algunos ejemplos:
Esta categoría contempla la adquisición de bienes de un valor tal que contribuyan al capital de la empresa. Algunos ejemplos de bienes contemplados dentro de esta categoría son:
Estas emisiones corresponden a la extracción, producción y transporte de combustibles y energía comprados o adquiridos por la empresa declarante en el año, no contabilizados ya en alcance 1 o alcance 2. Esta categoría está directamente relacionada con el Alcance 1, donde se reportaron los volúmenes de combustible adquiridos por la organización.
Algunos ejemplos de actividades contempladas en esta categoría son:
Esta categoría incluye las emisiones asociadas al transporte de los bienes y servicios reportados en la categoría 1, en vehículos que no están controlados por la empresa. Algunos ejemplos de actividades incluidas en esta categoría son:
Esta categoría contempla las emisiones asociadas con la disposición de residuos que deben atribuirse a la organización. Algunos ejemplos son:
La categoría 6 contempla todos los traslados realizados por integrantes de la organización con fines corporativos. Por ejemplo:
Esta categoría contempla el traslado de todos los colaboradores de la organización hacia su lugar de trabajo, en vehículos que no estén bajo control de la empresa.
Según el GHG Protocol, esta categoría también incluye las emisiones correspondientes al teletrabajo o home-office.
Esta categoría incluye todas las emisiones derivadas del uso de activos alquilados por la organización, que funcionen dentro de los límites operacionales definidos.
Por ejemplo:
Esta categoría contempla las emisiones derivadas del uso de combustible y medios de transporte no contratados por la organización para movilizar bienes producidos o procesados por la organización hacia la próxima etapa de la cadena de valor.
Por ejemplo:
Esta etapa contempla las emisiones derivadas del uso de energía necesaria para procesar el producto fabricado por la organización.
Por ejemplo:
La categoría del uso de productos contempla las emisiones que se generan durante el uso del producto o servicio fabricado por la organización en cuestión.
Por ejemplo:
Las emisiones de la categoría 12 corresponden a aquellas generadas a partir del tratamiento y disposición final del producto en cuestión una vez finalizada su vida útil.
Por ejemplo:
Estas emisiones son similares a las de categoría 8, pero en este caso corresponden a activos propiedad de la empresa, que son utilizados por terceros.
La categoría 14 contempla las emisiones generadas por el uso de energía, recursos, combustibles y otras actividades derivadas del funcionamiento de franquicias de la organización en cuestión.
La categoría 15 es una de las más complejas de calcular, y permite conocer el impacto ambiental en términos de emisiones de carbono de las inversiones realizadas por una determinada organización. Esta categoría en general se calcula para organizaciones financieras, bancos o fondos de inversión.
Comprender y abordar las emisiones del Alcance 3 es esencial para una evaluación completa de la sostenibilidad de una entidad.
Aunque las empresas pueden tener un control directo sobre las emisiones en los Alcances 1 y 2, el Alcance 3 revela la interconexión global de las cadenas de suministro y la responsabilidad compartida en la mitigación del cambio climático.
Algunos de los objetivos de calcular las emisiones de Alcance 3 de una organización son:
Al evaluar las emisiones aguas arriba, las empresas pueden identificar oportunidades para optimizar sus cadenas de suministro. La búsqueda de fuentes de energía renovable, la eficiencia en la producción y el transporte sostenible son áreas clave de enfoque.
Considerar las emisiones a lo largo del ciclo de vida del producto permite a las empresas desarrollar productos más sostenibles. Desde la elección de materiales hasta el diseño para la reciclabilidad, las decisiones de diseño pueden tener un impacto significativo en las emisiones del Alcance 3.
Al reconocer las emisiones aguas abajo, las empresas pueden educar a los consumidores sobre el impacto ambiental de sus elecciones. Esto fomenta una mentalidad más sostenible entre los clientes y puede influir en la demanda de productos y servicios con menor huella de carbono.
En resumen, el Alcance 3 de la Huella de Carbono es una dimensión fundamental que amplía la comprensión del impacto ambiental de las organizaciones y su contribución al cambio climático.
La gestión efectiva de estas emisiones requiere un enfoque holístico, desde la optimización de la cadena de suministro hasta el diseño sostenible de productos y la concientización del consumidor.
A medida que las empresas y los consumidores reconozcan la interconexión global de sus acciones, se abre el camino hacia una economía baja en carbono, y un futuro de empresas comprometidas con la carbono neutralidad de sus operaciones.
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